Franz Morawetz y el Nacimiento del Baño de Vapor Europeo
En 1838, Viena fue testigo del surgimiento revolucionario del primer baño de vapor ruso tradicional de Europa, gracias al espíritu emprendedor de Franz Morawetz. Ubicado en Marxergasse 17, el baño "Zsófia", nombrado en honor a la Princesa Sofía, revolucionó la cultura del baño al introducir vapor generado a partir de agua hirviendo en lugar de piedras calentadas.
Scheiber József y la Conexión Húngara
Inspirado por la innovación de Morawetz, József Scheiber (Scheibl), un comerciante de telas, buscó llevar esta novedosa experiencia de baño a Budapest. En medio de los baños existentes en la ciudad, que eran establecimientos turcos medievales o modernos de agua fría, Scheiber estableció el primer baño de estilo ruso en la capital húngara.
El Baño del Parque de la Ciudad: Un Centro de Popularidad y Expansión
El 11 de abril de 1841, las puertas del "Baño del Parque de la Ciudad" de Scheiber se abrieron al público, y su popularidad fue rápida y resonante. El método único de generación de vapor del baño y su ubicación en el bullicioso Parque de la Ciudad atrajeron a una gran clientela. Para atender la creciente demanda, Scheiber abrió un segundo baño en el mismo año, ubicado en el Palacio Nákó con vistas al Danubio. Unos meses después, este baño fue trasladado a su hogar permanente en la calle Kazinczy, un edificio recién construido diseñado por József Hild.
Grandeza Arquitectónica y Servicios Segregados por Género
En 1847, el baño de la calle Kazinczy experimentó una expansión significativa bajo la dirección del arquitecto Loránt Zofahl. La estructura de estilo clásico se transformó en un grandioso edificio adornado con elementos arquitectónicos moriscos y un patio de honor. Mientras que los hombres podían elegir entre servicios de primera y segunda clase, las mujeres estaban limitadas a servicios de "clase de madera". Para mantener los estándares morales, los huéspedes masculinos eran atendidos por sirvientes masculinos, mientras que las huéspedes femeninas eran asistidas por criadas. Incluso las mascotas podían recibir tratamientos terapéuticos, con sesiones especiales celebradas cada dos viernes por la mañana.
Fuentes de Agua y Esfuerzos de Modernización
Inicialmente, los baños obtenían su agua del Danubio. Sin embargo, en 1908, el descubrimiento de una capa de agua kárstica de 4,60 metros de espesor a 11,3 metros debajo del baño de la calle Kazinczy llevó a un cambio en el suministro de agua. A pesar de los esfuerzos de modernización en 1921, que incluyeron la adición de peluqueros y pedicuristas junto a masajistas y removedores de callos, el baño continuó atrayendo a una clientela de personas resacadas y de estratos sociales más bajos.
La Segunda Guerra Mundial: Un Punto de Inflexión y Transformación Trágica
Un capítulo oscuro se desplegó en la historia del baño durante la Segunda Guerra Mundial. El 19 de mayo de 1944, una orden del Ministro del Interior Andor Jaross restringió el uso del baño a individuos de origen y fe judía, prohibiendo la entrada a cristianos. Seis meses después, a medida que se estrechaban las fronteras del gueto, el baño se convirtió en la única morgue del barrio judío.
Con el asedio de Budapest que duró más de tres meses, todos los cementerios de la ciudad alcanzaron su capacidad. En consecuencia, 2281 cuerpos fueron obligados a ser enterrados en una fosa común adyacente a la Sinagoga de la Calle Dohány, desestimando las prácticas religiosas judías de entierro.
Era Posterior a la Guerra: Nacionalización, Decadencia y Demolición
Tras la nacionalización, el baño continuó operando como un baño público hasta 1968. Sin embargo, su deteriorada condición llevó a su demolición en 1969, junto con tres edificios adyacentes. El sitio fue reemplazado por una estructura temporal de contenedores que sirvió como el hogar de los coreógrafos y estudiantes de ballet del Instituto Estatal de Ballet Húngaro durante los siguientes 34 años. En 2024, esta estructura temporal fue desmantelada para dar paso a la construcción de un hotel.
La historia del primer baño de vapor húngaro es un testimonio de innovación, adaptabilidad y la resiliencia del espíritu humano en tiempos tumultuosos. Desde sus humildes comienzos como una experiencia revolucionaria de baño hasta su trágica transformación en una morgue durante el Holocausto, el legado del baño sirve como un recordatorio de las cambiantes mareas de la historia y el poder perdurable de la conexión humana.
El Primer Baño de Vapor Húngaro
Una Historia de Innovación, Transformación y Tragedia